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jueves, 8 de agosto de 2013

Hormigón de Gibraltar



   Como si encerraran consigo de paso la simbología profunda de la Cosa, esos bárbaros bloques de hormigón armado que unilateralmente las dudosas autoridades gibraltareñas, sin pensárselo un instante, para así hundir el medio de vida de los pescadores españoles, han arrojado al fondo de las aguas españolas, revelan también la prepotente caradura con que las susodichas autoridades británicas y gibraltareñas vienen despachándose desde siempre con la última colonia que, para vergüenza de todos, en Europa perdura.
    
   De hormigón armado el rostro de Picardo y de la Gran Bretaña, y de hormigón armado la incalificable jeta con que Artur Mas, sólo por el deseo de hacer daño a España movido, se agarra y se conchaba con las trapacerías de Picardo. Hace falta maldad, sr Mas, ya le vale. Y de hormigón armado el escandaloso rostro ausente de tanto Indignado Antisistema, tan prestos a cercar y reventar las Cortes españolas, y tan pasotas y sumisos ante el paraíso fiscal e imperialista, santuario de todos los tráficos ilícitos, que es Gibraltar. ¿Ningún lío de los suyos tienen ahora que montar las brigadas de ecologistas altruistas contra esos enormes bloques de hormigón al mar lanzados?

     
   ¿Qué pensar entonces ante tan impúdico silencio? Que se metan sus lecciones de supuesto altruismo para con la Humanidad allá donde les quepan. Lo que ocurre en España es del todo inaudito en la historia de la Política comparada: para buena parte de su población ésta es, a diferencia de todas las demás, una nación sin derecho alguno sobre nada. Gran parte de las huestes superprogresistas consideran aquí que la solución a todos los problemas españoles consiste en CEDER.

     Ceder en Gibraltar, por supuesto, ceder ante Marruecos, ceder con los separatistas de Cataluña y Galicia, ceder con los terroristas del País Vasco, ceder ante las taifas autonómicas, ceder ante las manifestaciones callejeras, ceder hasta desaparecer, claro, pues como al respecto sostuvo –dígaseme si conocen en la Historia un caso similar- nuestro amadísimo ex –presidente el concepto de nación española es discutido y discutible. Hasta la gran nación gibraltareña, y sus bloques de hormigón armado, les resultan mucho más indiscutibles, dónde va a parar.



LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

4 comentarios:

o blog de xesús lópez dijo...

No se debe ceder en Gibraltar ni en la ría de Pontevedra,donde el mal, los rellenos y la contaminación, han sido dispuestos por los clústers portuarios y los intereses de las pasteras, y los políticos amables, por decirlo de forma más elegante, presuntamente beneficiacios, subvencionados, convirtiendo la riqueza de esta ría en lucro cesante.
Un saludo, José Antonio.

Napo dijo...

LOs supergrogresistas sólo tienen un enemigo: La derecha española.

Sus incoherencias desmontan su tinclado. Ya casi nadie los creé.

Mariano con su supermayoría debería tener ese par de cj... que tiene con los briti, también con los Mas y Cia.

Al Neri dijo...

La política de España desde hace unos siglos es ceder, ceder y ceder. Y así nos va. Mariano no tiene agallas para gestionar esta crisis, ni para gestionar nada.

Les animo a participar en la encuesta sobre las soluciones a la crisis de Gibraltar de La pluma viperina.

Abogados en Panamá dijo...

Cada día más decepcionante este tipo de gobiernos.